En esta fotografía de Man Ray, de
1934, vemos a Gisèle Prassinos leyendo uno de sus poemas a la plana mayor del
surrealismo: Paul Éluard, André Breton, Benjamin Péret, René Char, Mario
Prassinos. Sobre ella escribió Bretón: “El tono de Gisèle Prassinos es único:
todos los poetas sienten celos. Swift baja los ojos, Sade cierra su bombonera”.
Giselle, de mayor, abominó de este tipo de espectáculos a los que la sometían
los surrealistas o de encerrarla sola, para comprobar que era ella la que
escribía los textos. En el surrealismo de los padres fundadores no hay mujeres.
Sólo existen como objetos de culto. El tufillo patriarcal era bastante notorio.
Juan
Yanes,